Regresar a la lista artículos | Inicio Tecnología y transición energética Se avanza hacia un futuro en el que el hidrógeno será una alternativa tecnológica, sobre todo en el transporte, con menores emisiones de bióxido de carbono en el sistema energético. ÁLVARO RÍOS ROCA* A pesar de que los precios del petróleo y sus derivados han cesado en su rápido ascenso y tendido más bien a la baja en los dos últimos meses, la gran mayoría de los habitantes del planeta tierra, andamos todavía muy inquietos por la volatilidad que puedan tener los precios de los mismos en el futuro. Todos
sabemos que los combustibles fósiles son finitos (no renovables) y que
algún día podrían agotarse, pero tenemos la plena seguridad,
que alguna nueva fuente masiva de energía será desarrollada por
el ingenio humano por vía del desarrollo tecnológico, mucho antes
que los mismos se agoten. Citaremos así un sabio adagio popular de la
jerga de la industria petrolera, que anota, que la edad de piedra no se acabó
porque las piedras se agotaron. El
ingenio humano, de mano con el desarrollo tecnológico, esta impulsando
el trabajo incesante en varias fuentes energéticas, tradicionales y alternativas.
A continuación algunas fronteras tecnológicas que vale la pena
analizar. En segundo lugar, se está trabajando incesantemente en nueva tecnología para poder producir mas hidrocarburos con el proceso de recuperación mejorada de campos, donde a la fecha los índices no llegan mas allá del 40%. Cualquier esfuerzo tecnológico a este respecto, representa nueva disponibilidad de energéticos. Asimismo, tecnología esta siendo desarrollada para viabilizar la explotación de hidrocarburos cada vez mas pesados y bitúmenes y depósitos fósiles que otrora eran ignorados y que son abundantes. Las exploración y explotación de petróleo y gas vía desarrollo tecnológico cada vez se expanden más hacia lugares más remotos y hostiles como aguas ultraprofundas, zonas extremadamente gélidas y áreas en tierra firme de muy difícil acceso. Esto, adicionalmente al desarrollo tecnológico que se debe dar para el procesamiento de hidrocarburos cada vez más sulfurosos y pesados. La diversificación del uso de energéticos para el sector transporte está también recibiendo grandes recursos en investigación y desarrollo. Casi todos los países del planeta están trabajando en legislación para incentivar el uso de los biocombustibles, tal el caso de la Comunidad Europea que ha establecido un mínimo cercano al 6% para el año 2010. Los biocombustibles de segunda generación, aquellos derivados de la agricultura o de la naturaleza (madera, paja, desperdicios o reservas de plantaciones), están siendo motivo de desarrollo tecnológico para su uso en el futuro. Los biocombustibes, por su naturaleza, son amigables con el medio ambiente y encuentran financiamiento mediante los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL). Dentro de esta misma línea, continúan avanzando los procesos tecnológicos para la producción de energéticos limpios a partir del proceso Fisher Tropsch, que no contienen aromáticos o azufre. Así, a partir del carbón y el gas natural se genera gas sintético, que tiene una diversidad de usos, entre ellos la producción de combustibles ecológicos como el diesel, nafta, e hidrógeno. Todo lo anterior nos lleva a que en el futuro podamos pensar que el hidrógeno es una alternativa tecnológica, principalmente en el segmento transporte, pero donde es necesario todavía vencer una serie de obstáculos de tipo tecnológico y logístico. Sin duda que continuamos avanzando cada vez más en serio a una transición energética. *
Secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía
(Olade) por el periodo 2006-2008. Ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia. Experto
en áreas relacionadas con el sector energético que le ha permitido
desempeñarse como asesor en varios proyectos energéticos internacionales,
conferencista, analista y articulista en varios medios de comunicación
de América Latina.
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