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Sustentabilidad: el manejo de indicadores de energía

Los indicadores son fundamentales para realizar modelos de planeación y evaluación que permitan formular estrategias energéticas coherentes y avanzar hacia un desarrollo sustentable.


GERARDO BAZAN NAVARRETE*

La energía es esencial para lograr nuestro desarrollo económico y social, pero la energía la producimos y utilizamos de tal manera que si continuamos en esta forma, no será sostenible a largo plazo. Para poder evaluar nuestros logros del sector energético hacia un objetivo de sustentabilidad es necesario contar con indicadores energéticos que nos permitan medir y seguir los cambios importantes.

Cada día, miles de personas que están a cargo de la toma de decisiones en el sector energético están utilizando indicadores de desempeño para avalar sus decisiones. Un indicador es una relación de dos actividades que deben evaluarse de una manera analítica y no solamente tomar fríamente su valor y realizar comparaciones.

Un indicador de energía relaciona su uso con las actividades que manejan la demanda para los servicios energéticos. Existen dos tipos de indicadores que son:

(1) Los indicadores que siguen a las actividades que manejan el uso de la energía, por ejemplo, la cantidad de producción industrial, las toneladas/kilómetro recorridas o el número de aparatos eléctricos por persona y (2) los indicadores que siguen los desarrollos en la intensidad energética, por ejemplo, energía/pasajero-km o energía/valor agregado en una rama industrial.

Para realizar un buen análisis de indicadores se necesita tener una desagregación de los datos y que sean de buena calidad, consistentes en el tiempo y consistentes con los estándares internacionales. Los indicadores no son solamente un dato, sino que debe irse más allá para lograr un adecuado entendimiento, relaciones y comparaciones que no son evidentes usando las estadísticas básicas. Cada conjunto de indicadores expresa aspectos o consecuencias relativas de la producción y el uso de la energía. El valor de un indicador puede no significar lo mismo cuando lo comparamos con otros países, por lo que las definiciones de los conceptos tienen que ser muy claros.

Los primeros trabajos de este tipo fueron realizados en la Organización para la Cooperación Económica (OCDE), relacionando el uso de la energía y la actividad humana y recientemente tenemos trabajos muy buenos elaborados por la Agencia Internacional de Energía Atómica y Naciones Unidas, publicaciones que pueden ser consultadas en el Programa Universitario de Energía (PUE). Recomendamos la lectura de: “Energy Indicators for Sustainable Development: Guidelines and Methodologies”, International Atomic Energy Agency, United Nations Departament of Economic and Social Affairs, International Energy Agency, Eurostat and European Environment Agency, 2005.

El PUE ha realizado diferentes aplicaciones de varias metodologías como la de la OCDE, CEPAL, etc. En este artículo comentaremos cuatro aplicaciones que son:
¾ Aplicación de la Metodología OCDE a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
¾ Aplicación de la Metodología de CEPAL a la misma Zona Metropolitana.
¾ Aplicación a los indicadores de energía del Sector Eléctrico y Petrolero.
¾ Indicadores de desempeño de Pemex–Refinación.
El primer trabajo que se describe es el de la aplicación de la Metodología OCDE para elaborar indicadores en la ZMVM.

Intensidad energética

La intensidad energética es un indicador que mide la productividad del proceso económico. El desarrollo económico de un país se basa en la producción de energía, que juega un papel predominante para el impulso económico sostenible, pero también es un factor que contribuye en la contaminación del aire. No por ello se deben dejar fuera actividades como la producción, transformación y distribución de la energía. Además de este tipo de contaminación existen otros como son: la contaminación del agua, del suelo, del ruido e incremento de desechos, entre otros, por lo que se requiere vigilar la relación energía/medio ambiente, la cual está continuamente cambiando. El impacto futuro del sector energético en el medio ambiente depende en gran medida de la capacidad de la creación de políticas energéticas, para integrar bien los asuntos ambientales. Una manera de integración se da con base en el manejo de la intensidad energética.

La intensidad energética nos muestra cuánta energía se requiere para generar una unidad del PIB, cuánta se consume para mover un vehículo, cantidad por vivienda, cantidad por habitante, cantidad por tipo de servicio o de industria, etc. Por su parte, el Producto Interno Bruto (PIB) es una medida del flujo de bienes y servicios producidos por la economía en un determinado periodo de tiempo, normalmente un año. Para el cálculo de las intensidades, se requiere contar con un balance de energía que nos indique el uso final de la misma, a qué sectores de la economía se dirige y cuáles son los patrones de consumo. También se requieren los indicadores económicos–sociales-regionales. Las intensidades ambientales son necesarias en la referida vinculación. Su cálculo se presenta en la relación de contaminantes generados con el PIB, por vehículo, por número de viviendas, por habitante, etc.

La siguiente pirámide de indicadores muestra en la base a la eficiencia en el consumo de energía. De ésta depende la cantidad de partículas que se emiten y que afectan al medio ambiente. Los indicadores de intensidad ambiental se colocan en el siguiente nivel en donde encontramos a las emisiones, la tecnología y la calidad de los combustibles.

En el siguiente nivel, se muestra a las intensidades sectoriales, que presentan los consumos de energía de los diferentes sectores de la economía en términos globales relacionados con indicadores socio–económicos.
En el siguiente nivel, se ubican los indicadores de intensidad energética que nos detallan las relaciones de consumo energético en los sectores, con las variables de mayor incidencia dentro de cada uno. Finalmente, en lo alto de la pirámide encontramos a los indicadores del uso final de la energía por sector y los indicadores económico–sociales.

A continuación, la pirámide muestra con los principales indicadores para el cálculo de intensidades energéticas y ambientales.

La Oferta Interna Bruta de energía relacionada con el PIB de la ZMVM da a conocer los requerimientos de energía para activar la economía de la región. Asimismo, el consumo de energía relacionado con el PIB nos permite valorar cuánta energía es utilizada para generar una unidad de PIB.

También es necesario vincular a los sectores de la economía con el consumo de energía. Las bases para tal vinculación se dan con el uso final energético y el indicador económico de mayor influencia en el sector.
Para el sector residencial se elaboró la relación del consumo final de energía en toneladas equivalentes de petróleo por habitante. Para los sectores comercial y público, el consumo final por metro cuadrado; en el industrial, consumo por unidad de valor agregado; y en el transporte, consumo por vehículo por kilómetro. También fue importante la consideración de la eficiencia de los combustibles fósiles en la generación de energía eléctrica.
En materia de medio ambiente, se obtuvieron los volúmenes anuales de emisiones que contaminan el aire (SO2, NOx, CO2, CO, COV, metano), la tasa de emisiones por unidad de PIB y la tasa de emisiones por consumo final de energía, con sus respectivos indicadores.

Indicadores Seleccionados

Oferta Interna Bruta
Joules
Intensidad energética joule/unidad de PIB
Consumo Total Final por Combustible joules
Consumo Total Final por Sector joules
Uso Final Sector Industrial joule/unidad de valor agregado
Uso Final Sector Residencial joule per cápita
Uso Final Sector Comercial y Público joule/metro cuadrado
Uso Final Sector Transporte joule/vehículo/km
Eficiencia de Combustibles Fósiles en la Generación Eléctrica por ciento
Impacto ambiental  
Volumen Anual de Emisiones de Contaminación del Aire toneladas
Tasa de Emisiones por unidad de PIB y per cápita

Con el análisis de los indicadores de intensidad energética nos permitió llegar a sugerir acciones para disminuirla. Reducir la intensidad energética en una economía –por ejemplo a través del costo efectivo de la conservación energética– es el principal factor ambiental para una política energética sana. Como ejemplo, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estimó que los países miembros pudieron reducir su intensidad energética y sus emisiones de CO2 a partir del año 1973.

En la interpretación de la intensidad energética, es necesario tomar en cuenta las diferentes estructuras económicas para examinar si las tendencias se sostienen durante un período de tiempo y evaluar las tasas de intensidad energética junto con otros indicadores.

Los factores que hay que entender para poder realizar un análisis, son:

  • Cambios en la producción, que dan como resultado un menor uso de la energía en la industria y que reducen la tasa de crecimiento de la intensidad energética (joule/PIB);
  • Puede esperarse que las economías basadas en el uso intensivo de recursos tengan mayores relaciones de joules/PIB que las economías orientadas a los servicios.
    La segunda aplicación es la aplicación de la Metodología de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) a la creación de indicadores en la ZMVM. Dentro de los documentos editados por CEPAL se encuentra el sistema de indicadores energéticos al que hacemos referencia y está relacionado en muchos aspectos con el nivel y la estructura del sistema energético. Es importante destacar que por medio de los indicadores, se puede mostrar que están relacionados en diferente manera y grado con:
  • Riesgos, vulnerabilidad y restricciones para el desarrollo socioeconómico.
  • Sesgos inequitativos en el abastecimiento energético y posibles incoherencias en el uso de los recursos; y,
  • Efectos externos sobre el medio ambiente.


Los indicadores son parte importante para mostrar las condiciones de desarrollo de una zona geográfica que se consideran de acuerdo a las dimensiones económicas, sociales y ambientales, siendo parte importante para mostrar las condiciones de desarrollo, se resumen en:

Dimensión económica

  • La participación de la importación de la oferta energética;
  • El aporte de las exportaciones energéticas en el PIB; y,
  • La intensidad energética en el PIB.

Dimensión social

  • Cobertura de servicios energéticos como la electricidad; y,
  • Consumo de energía útil en los hogares.


Dimensión ambiental (recursos naturales)

  • Menos explotación de los recursos fósiles de la leña;
  • Participación de los recursos en la producción de energía primaria; y,
  • Emisiones CO2 del sistema energético.


Definiciones y metodología adoptada para los indicadores


Autarquía, robustez y alcance

Los indicadores de autarquía y robustez forman de cierta manera un conjunto. Representan dependencias y vulnerabilidad de las economías por cambios externos. El primer indicador, la importación de energéticos, muestra la frágil sustentabilidad económica, el segundo la vulnerabilidad y el desempeño de economías altamente dependientes de su exportación energética.

Productividad

Este indicador es la inversa de la habitual intensidad energética. El concepto tiene una connotación más normativa que el de intensidad y parece más adecuado en el marco del desarrollo sustentable. Se correlaciona positivamente con un mayor grado de sustentabilidad. Una alta productividad energética significa que se produce más PIB por unidad de energía consumida.

Hay que interpretar este indicador con mucha cautela, ya que no necesariamente indica eficiencia energética. Hay que tomar en cuenta, entre otros, los efectos estructurales (peso de industria intensiva en energía), la contabilización del sector informal de la economía respectiva, los efectos de conversión en una moneda común y del cálculo del PIB real.

Cobertura eléctrica

Población que cuenta con electricidad
Cobertura de las necesidades básicas
El consumo de energía útil se hizo con base a datos de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), aplicando eficiencias de transformación de energía final entregada en energía útil para cada energético.

Pureza ambiental

La normalización permite invertir la escala: un nivel de una tonelada de emisiones de CO2 por barril equivalente de petróleo (BEP) de consumo energético se considera no sustentable.

Uso de energías renovables

Como energías renovables fueron consideradas: hidroenergía, geoenergía, productos de caña y otras primarias (como está definido por el Sistema de Información Económica-Energética de la Organización Latinoamericana de Energía, OLADE). Mientras la deforestación alcanza niveles no sustentables, la leña se considera, junto con los recursos fósiles, como una fuente de energía no renovable.

La siguiente tabla muestra los indicadores de sustentabilidad en términos energéticos.


Indicadores de sustentabilidad

Indicador
Definición
Normalización
Autarquía energética Porcentaje de las importaciones en la suma de importación y producción primaria

0=100%

1=0%

Sin normalización

Robustez frente a cambios externos Exportación energética sobre el PIB

0=14 bep/100 US$

0=1 bep/100 US$

Sin normalización

Productividad energética Inversa de la intensidad energética del PIB

0=bep/100 US$

1=1000 bep/100 US$

Sin normalización

Cobertura eléctrica Porcentaje de hogares electrificados

0=100%

1=100%

Sin normalización

Uso de energías renovables Participación de energía renovable en la oferta energética 0=0%1=>=50%Normalización lineal

Fuente: Sistema de Información Económica Energética, OLADE.
bep = barriles equivalentes de petróleo.

Con relación a los conceptos utilizados, se muestran los indicadores con normalización lineal para la ZMVM

Indicadores ZMVM
2004

Definición
Robustez 0.86
Productividad 0.45
Cobertura eléctrica 0.84
Pureza 0.68
Uso de energías renovables 0.03
Alcance 1.0
Autarquía 0.95

Fuente: Balance Nacional de Energía. Programa Universitario de Energía 2004.

Para la aplicación de los indicadores para el sector eléctrico y petrolero, se definieron los principales indicadores de energía, contaminación, clasificados por indicadores de aire, agua, y uso eficiente de energía para el año 2004 en forma de relación y sirvieron para realizar comparaciones internacionales.

Para la última aplicación que fue la de elaborar indicadores de desempeño de Pemex–Refinación se definieron indicadores estratégicos de procesos de negocio. En este aspecto, los indicadores Solomon nos sirvieron de base. Se puso gran atención en los Indicadores Financieros y de Investigación y Desarrollo. En este punto, es relevante mencionar la métrica que fue desarrollada en la ex Gerencia de Investigación y Desarrollo de Pemex Refinación. El trabajo que al respecto vale la pena mencionar es el realizado por Germán Alarco relativo a “Competitividad e indicadores de desempeño de Pemex y organismos subsidiarios y filiales”.

Conclusiones

¾ Los indicadores son elementos fundamentales para realizar modificaciones en nuestras bases de datos y en los modelos de planeación y evaluación para cumplir con las reglas de un desarrollo energético sustentable.
¾ Nos permite la formulación de estrategias energéticas coherentes.
¾ Nos permite el uso de los instrumentos y técnicas de planeación para un desarrollo sustentable.
¾ Nos permite formular políticas energéticas.

*Es profesor titular de matemáticas en la UNAM y coordinador del Centro de Información del Programa Universitario de Energía (PUE) de la UNAM. Ha trabajado en el sector energético por más 38 años. Ha representado a México en diferentes reuniones internacionales sobre energía y medio ambiente. (gbazan@servidor.unam.mx)