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El gas natural licuado y sus mitos

La introducción de plantas de GNL no debe verse como una solución a los altos precios del gas natural ni a los problemas de abastecimiento en la región.

GERARDO GUERRERO y JUAN HERRERA*

Mucho se ha especulado sobre el impacto que traería consigo el importar gas natural licuado (GNL) a México, como que podría reducirse el precio del gas natural al tener acceso a mercados cuyos precios son mucho menores a los de América del Norte, que habría gas natural en abundancia y que pasaríamos de ser importadores netos de gas de Estados Unidos a exportadores hacia ese país. Sin embargo, para realizar un análisis de posibles impactos del GNL en México, no podemos considerarlo de manera aislada, pues el mercado nacional de gas natural está integrado al de la región de América del Norte, lo que implica que nuestros precios están nivelados a los de Estados Unidos y que los movimientos de oferta y demanda de la región impactan los países que la conforman: Estados Unidos, México y Canadá.

Es cierto que la rápida disminución del costo de entrega del GNL lo hace una opción atractiva, rentable, accesible y que se perfila como la opción más viable para abastecer de gas natural a aquellas regiones del mundo que carecen de este energético o cuyos mercados son altamente demandantes y deficitarios, como es el caso de América del Norte. Sin embargo, no debe perderse de vista la capacidad de respuesta de la oferta mundial de GNL para cubrir cualquier cambio en la demanda.

El mercado de gas natural

La región de América del Norte sufre un fuerte déficit de abastecimiento de gas natural, lo que se traduce en mercados altamente volátiles y de congestión. En 2004 la región consumió 75,686 mil millones de pies cúbicos diarios, MMpcd (29.2% del total mundial en ese año); de los cuales Estados Unidos absorbió el 82.4%, Canadá el 11.4% y México el 6.1%1.

En los últimos años nuestro país ha presentado fuertes tasas de crecimiento en la demanda de gas natural, por la expansión del parque de generación de energía eléctrica con base en gas natural y a la promoción para su uso. La demanda alcanzada en 2004 fue de 5,722 MMpcd2 .

Tratándose de la oferta, la región de América del Norte ocupa el segundo lugar en producción de gas natural a nivel mundial. En 2004 produjo 73,601 MMpcd (28.3% del total a nivel mundial). Estados Unidos es así el mayor productor de la región con 52,383 MMpcd, mientras que México sólo produjo 4,573 MMpcd3.

Relación producción-consumo

Existe un ambiente pesimista en la industria del gas natural, especialmente en la región de América del Norte por la tensa relación entre producción y consumo. La región fue prácticamente autosuficiente hasta 1989 ya que la producción de gas natural en Canadá es mayor a su demanda interna, pudiendo emplear esta sobreoferta para cubrir parte de la demanda de Estados Unidos (que sobrepasa su producción). Hoy en día, a pesar de los esfuerzos por mantener los niveles de producción y reservas, no se han obtenido los resultados esperados, por lo que se prevé que la producción no siga el ritmo de crecimiento que la demanda exige, y que esta tendencia deficitaria obligue a considerar nuevas fuentes de abasto.

México mostró dicha tendencia desde finales de los 80’s y se intensificó a partir de 1995 cuando se modificó la legislación interna y se abrió la importación de gas natural. Estos cambios, junto con el crecimiento en la demanda, lo transformaron en un importador neto del combustible, alcanzando en 2004 una cantidad de 1,149 MMpcd4 de gas natural importados en su totalidad de Estados Unidos.

Precios

El precio del gas natural se caracteriza por un comportamiento altamente volátil, a partir del 2003 ha aumentado hasta alcanzar máximos históricos en los diferentes mercados. Esto se debe al crecimiento sostenido de la demanda, y al alto nivel de precios del crudo que impactan el precio del gas natural. Incluso factores que permitían amortiguar la volatilidad, como el almacenamiento de este energético, se han visto rebasados.

Considerando que México tiene en el Henry Hub5 el punto más relevante para referenciar el precio del gas natural, éste debe observarse con sumo cuidado. El precio de gas fijado en este punto registró el mayor incremento de los últimos 10 años, al pasar de 1.92 en 1994 a 5.85 USD/MMBtu en el 20046 , llegando a niveles superiores a 15 USD tras la temporada de huracanes en el 20057 .

Prospectiva

Se espera que la demanda de GN en la región se incremente hacia el 2030 en una tasa anual de 1.1% y que la oferta lo haga en un 0.4%8 , ampliando así la brecha entre producción y consumo, por lo que las importaciones de GNL jugarán un papel trascendental en el mercado.

De cumplirse esto, se espera que para 2015 las importaciones de GNL a Estados Unidos superen las importaciones de gas por ducto desde Canadá hacia ese país, lo que cambiaría la estructura del mercado de gas natural en la región.

En México, se estima que hacia el 2014 la oferta y demanda nacional experimenten un crecimiento promedio anual del 5.2%, alcanzando la producción 7,704 MMpcd y la demanda 9,493 MMpcd, lo que se traduce en un déficit de 1,789 MMpcd al final de este periodo. A esta oferta se añadirán 2,795 MMpcd por importaciones, de las cuales 1,819 serán vía gas natural, resultando una oferta total de 10,499 MMpcd9 .

GNL, mercado mundial

El GNL ha tenido un rápido crecimiento por la tensión existente en los mercados de gas natural: del total del gas comercializado mundiales el mundo el 26.17% (6.28 Bpc) fue a través de GNL10 .

En el 2005 existían 28 plantas de licuefacción a nivel mundial, que en conjunto tienen una capacidad para licuar 7.37 Bpc de gas al año, distribuidas en trece países. En cuanto a la demanda, ya contando la planta de regasificación en Altamira, Tamaulipas, hay 51 plantas de regasificación distribuidas en 15 países.

Observando la cantidad de GNL comercializada en el 2004 y la capacidad instalada de licuefacción en el 2005, tenemos que actualmente hay una capacidad excedente de licuefacción de casi el 15% (aproximadamente 1.1 Bpc al año disponibles). Sin embargo, se espera que, con los nuevos actores y el crecimiento en el consumo de los actores ya existentes, se disminuya la capacidad excedente e incluso pueda llegar a ser insuficiente 11.

GNL en América del Norte

Del total de las importaciones de gas natural a Estados Unidos en el 2004, el 15.33% fue a través de GNL, mostrando un crecimiento del 28.71% con respecto al 2003, pasando de 506,555 MMpc a 652,000 MMpc, cuando el año anterior habían crecido en más del doble12 . El aumento en la demanda de gas y el intenso crecimiento que presenta el comercio de GNL a nivel mundial, hacen suponer que su despacho hacia los Estados Unidos se incrementará en el futuro.

Infraestructura del GNL

Los costos de operación de las distintas fases en la cadena de GNL en USD/MMBtu se estiman en: 0.5-1.0 por concepto de extracción y producción del gas seco; 0.8 -1.2 para la planta de licuefacción; 0.4-1.0 por el transporte; por último 0.3-0.5 para la terminal de recepción de gas natural. El costo de operación total ascendería a un rango de 2.0-3.71 USD/MMBtu13 .

Por su parte, los costos de instalación se estiman en 276 USD/Ton para una planta de licuefacción. El de una terminal de regasificación oscila entre 350-400 MMUSD, y el costo de fabricar un buquetanque con capacidad de 138,000 m3 oscila entre de 150-160 MMUSD.

No hay que olvidar que los precios de gas requeridos para hacer económicamente viable la construcción de estas instalaciones varían de región a región. Para Estados Unidos, oscilan entre 3.19-4.80 USD/MMBtu, mientras que para Baja California comenzarían en 4.93 USD/MMBtu. Estas diferencias, necesarias para la viabilidad económica, se deben a factores inherentes a la región dónde se instalará la planta de regasificación: características climatológicas; interconexión existente; demanda de gas natrual, etc14 .

Comercialización

Tradicionalmente el GNL era comercializado bajo contratos rígido de largo plazo donde los compradores absorbían los riesgos del volumen mediante cláusulas take or pay15 . Actualmente, han surgido nuevas formas de comercializarlo, transportándolo free on board16 y dando al comprador un mayor control del precio en tierra gracias a la posibilidad de un mercado a corto plazo y un almacenaje que evita riesgos en volumen.

Como no existe un mercado global del gas natural, sino mercados regionales, y el GNL no compite con el gas del lugar donde se produce, los precios del GNL se determinan según la región donde se consume. En Estados Unidos, el precio del GNL está ligado la región en donde se encuentran las terminales de regasificación (p.e. Henry Hub), con correcciones por el transporte. En México, los precios de venta se asemejarían a los de la región circundante a la planta de licuefacción, p.e. la planta de Altamira posee un precio de venta de GNL ligado a Henry Hub.

Situación del GNL en México

En México ya existe una planta de regasificación, inaugurada el 25 de octubre de 2006, en Altamira, Tamaulipas; con una capacidad de suministro de 500 MMpcd, la cual abastecerá a las centrales de ciclo combinado de Altamira, Tuxpan y Tamazunchale17 . El contrato estipulado con CFE compromete a la paraestatal a comprar el GNL durante 20 años.

A esta se le suman tres permisos viables para construir de terminales de regasificación en Baja California. Se espera la entrada en operación de una de ellas para el 2008, con una demanda que alcanzará 500 MMpcd en el 2010. Así se planea satisfacer en su totalidad el consumo de la zona de la Península de Baja California y que esta región pase de ser importadora a exportadora a California en Estados Unidos.

También se espera que en el 2011 se instale otra planta de regasificación en Manzanillo, satisfaciendo así la demanda de plantas de generación eléctrica en esa región. El proyecto plantea la compra de 1000 MMpcd (aún cuando la Prospectiva del Mercado de Gas Natural 2005 -2014 de la SENER, indica que su capacidad será de 819 MMpcd) en un contrato similar al de Altamira.

Existen otros proyectos planeados en Lázaro Cárdenas, Puerto Libertad y Topolobambo, que traerían una mayor capacidad de recepción de GNL y una mayor cantidad de oferta de gas en el mercado de AN por las exportaciones mexicanas18 .

Conclusiones

Mediante una comparación entre la prospectiva de crecimiento de la oferta y demanda del mercado interno hacia el 2014, puede observarse que la producción de gas seco en el país sería insuficiente para cubrir la demanda, forzando así a recurrir a importaciones. Es por esto que la introducción de GNL es un requisito casi indispensable para abastecer la demanda nacional de gas; de otra manera se dependería en exclusiva de las importaciones provenientes de Estados Unidos, lo que podría generar mayor tensión de la que existe actualmente.

La introducción de plantas de GNL no debe verse por ningún motivo como una solución a los altos precios actuales del gas natural ni a los problemas de abastecimiento en la región. Aun si todos los proyectos que gozan de permisos entraran en operación y la producción nacional aumentara de acuerdo a la prospectiva, México sólo exportaría 1006 MMpcd hacia Estados Unidos e importaría de este país 977 MMpcd, lo que se traduciría en una exportación neta hacia Estados Unidos de 29 MMpcd. Como puede deducirse, el impacto en el precio que generan 29 MMpcd en un mercado que actualmente consume 62,400 MMpcd y cuya demanda se espera siga creciendo, es básicamente nulo. La única posibilidad real de bajar los precios a corto plazo en el mercado nacional sería mediante la modificación del punto de arbitraje , lo que no modificaría el precio de la molécula sino los cargos por transporte, esto, siempre bajo el supuesto de que México tenga oferta suficiente para cubrir su demanda. De hecho, los precios del gas que se requieren para que el ciclo de GNL sea económicamente viable oscilan entre 3 y 5 USD/MMBtu, por lo que los precios de gas tendrían que estabilizarse en esos niveles o superiores.

Tampoco puede perderse de vista la capacidad de la oferta mundial de GNL, que actualmente no posee una capacidad excedente para absorber un fuerte incremento en la demanda. Un desequilibrio entre oferta y demanda derivaría en un aumento de los precios de GNL, por lo que debe de planearse conjuntamente la inversión a todo lo largo de la cadena.

Los beneficios reales de instalar estas plantas serían brindar mayor seguridad al mercado nacional en cuanto a fuentes de abasto de este combustible, reduciendo la fuerte dependencia que tiene México del gas proveniente de Estados Unidos. Esta reducción en las exportaciones de Estados Unidos impactaría la volatilidad del mercado de ese país al mediano plazo, ayudando a controlar un poco el alza sostenida del precio de este combustible y a disminuir la congestión.

* Son egresados del Posgrado en Economía y Política de la Energía de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y han sido asesores en la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados. (juanhero@gmail.com, lgguerrero@gmail.com)