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Energía a debate, Noviembre-Diciembre 2008
 

Retos urgentes en refinación

Al margen de que se construya una nueva refinería, se requieren otras
acciones inmediatas para producir más gasolina y reducir la importación.

 

LUIS PUIG LARA*

 

El país requiere acciones inmediatas con la finalidad de incrementar la producción de destilados (gasolinas y diesel principalmente) y disminuir la creciente importación de los mismos.

En la gráfica, se observa el incremento esperado de la demanda de gasolina, que es del  5.1% como tasa de crecimiento media anual (TCMA) entre el año 2007 y el 2018. Al  mismo tiempo, se observan los incrementos de producción por la entrada en operación de nueva capacidad de refinación.

Pemex Refinación atraviesa una situación delicada, ya que ha estado a expensas de una normatividad extralimitada, además de que la Secretaría de Hacienda ha venido disminuyendo, en los últimos 10 años, los presupuestos de operación y de inversión.

Ante este escenario, es necesario establecer un plan de acciones para poder revertir esa situación. Para tal efecto, se describe a continuación una serie de propuestas que podrían dar una parte de la solución a la problemática mencionada.

 1. Incrementar la capacidad de utilización del Sistema de Refinación.

El Sistema Nacional de Refinación (SNR) está integrado por 6 refinerías que se encuentran en el territorio Nacional, cuya capacidad instalada y su capacidad utilizada se muestran en la tabla:

La capacidad utilizada del SNR se considera en un 92 por ciento de la capacidad instalada o de diseño, lo que representa que lo máximo que debería de procesarse serían 1,417,000 barriles por día (b/d).

En los últimos seis años, el SNR ha venido procesando alrededor de 1,285,000 b/d, lo cual representa el 90% de la capacidad utilizada, lo que significa que se han dejado de procesar alrededor de 132,000 b/d, ocasionado por una serie de restricciones que se tienen en el SNR .

Si consideramos que en el SNR se tiene un rendimiento promedio de 34% en  la producción de gasolinas, nada más incrementando la capacidad de utilización del sistema de refinerías de 90% al 92%, se tendría un incremento de alrededor de 45,000 b/d de producción de gasolinas y reducir  en este volumen la importación de éstas.

 

 2. Swaps de petróleo crudo.

Las únicas refinerías en que se han llevado a cabo las reconfiguraciones son dos: las de Cadereyta y Madero. En la de Minatitlán aún no se terminan los trabajos y se estima que quede concluida la reconfiguración de esta refinería para finales del 2009.

En tanto no se lleven a cabo los trabajos de reconfiguración de las dos refinerías del centro del país, Tula y Salamanca, se podría incrementar la calidad del crudo de alimentación de estas dos refinerías, reduciendo el por ciento de crudo Maya de alimentación a cada una y haciendo swaps de crudo a través de PMI (importando parte de crudo ligero y exportar a cambio más crudo Maya) con la finalidad de aligerar la corriente de alimentación de éstas y poder obtener mejores rendimientos, principalmente en la producción de gasolinas. Incrementando así su proceso de crudo, se podrían lograr aumentos de alrededor de 80,000 a 100,000 b/d de producción de gasolinas.

 

 3. Aprovechamiento de la infraestructura actual en Cangrejera y Morelos.

Se propone construir dos trenes de refinación, de 160,000 b/d cada uno de ellos, en los complejos petroquímicos Cangrejera y Morelos.

 

Estos  trenes contarían con la  tecnología más actualizada  para  la conversión de residuales, con plantas coquizadora, hidrodesintegradora  de gasóleos y desintegradora catalítica FCC, lo que les permitiría eliminar la producción de com-bustóleo.

Las plantas más importantes de ambos trenes serían gemelas, representando ahorros considerables tanto en licencias como en ingenierías y posteriormente en refacciones para el mantenimiento.

La existencia de algunas  plantas de  refinación en  Cangrejera –las más grandes de Pemex en su tipo– sería aprovechada en su totalidad, así como  la  de  las  plantas  eléctricas  y calderas existentes en ambos complejos.

El mayor beneficio corresponde a la importante oferta de gasolinas que se obtendrían de las nuevas instalaciones. Entre ambos trenes, los productos alcanzarían un volumen  del  orden de los 158,000 b/d y no  habría  producción de  combustóleo

Otros beneficios serían:

Las inversiones en estos dos trenes de refinación serían de casi la mitad de los montos respecto de una refinería totalmente nueva y de igual capacidad. El  período de construcción para el proyecto podría  reducirse de uno y medio a dos años, representando esto una ventaja adicional para su rentabilidad.

La existencia del puerto de Pajaritos, muy cercano a los complejos petroquímicos referidos, permitiría ahorros adicionales significativos.

La necesidad de nuevas instalaciones portuarias y obras adicionales de integración en caso de una nueva localización subiría la inversión de manera importante. Asimismo, la presencia de  infraestructura y urbanización tan importante en la región permitiría ahorros muy significativos en el proyecto.

Este proyecto no competiría con el de la nueva refinería que ha planteado el Presidente Felipe Calderón para Pemex, la cual se va a tener que construir en el futuro. De lo que se trata, es de ganar tiempo y desarrollar inicialmente el proyecto más rentable con los ahorros que representa.

 

* Ingeniero químico y empresario. Ex director general de Petroquímica Cangrejera. Director general de Consultores Empresariales Puig. (cempu@prodigy.net.mx)

Energía a Debate es una revista bimestral de análisis y opinión de temas energéticos,
editada por: Mundi Comunicaciones, S.A. de C.V.